Randstad, la empresa líder de recursos humanos en España, ha elaborado un análisis sobre el número de ocupados que desearía trabajar menos horas y la importancia del equilibrio entre el entorno profesional y la vida personal para los españoles.
Para ello, Randstad ha tenido en cuenta la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde el primer trimestre de 2007 al mismo periodo de 2017.
El estudio de Randstad revela que 658.200 trabajadores en España quieren reducir su jornada laboral, con la correspondiente disminución de sus ingresos. Esta cifra es un 11,6% más alta que hace un año y la más elevada desde 2011, cuando se superaron los 700.000 profesionales en esta situación. Si se analiza la serie histórica, se detecta que en 2007 se alcanzó el número más elevado de ocupados que deseaban trabajar menos horas, con más de 1,5 millones de empleados. A continuación, se encadenaron siete años de descenso consecutivo y constante, hasta registrar la cifra más baja en 2014, con 468.000 profesionales. Desde ese año, el número de ocupados ha aumentado hasta superar los 658.000 en el primer trimestre de 2017.
Ocupados que desean trabajar menos horas y porcentaje sobre el total de empleados
Randstad también ha analizado qué porcentaje representan este colectivo dentro del mercado laboral. Actualmente, el 3,6% de los empleados desea reducir sus horas de trabajo, lo que supone un crecimiento de este grupo de profesionales durante los últimos tres años, pasando del 2,8% registrado en 2014 al 3,6% este ejercicio. En 2007, estos trabajadores tuvieron mayor peso (7,6%) y, a partir de punto, fue descendiendo durante siete ejercicios consecutivos hasta representar el 2,8%.
“Tras superar los peores momentos de la crisis económica, los profesionales españoles han comenzado a otorgar más importancia a los factores denominados soft, como pueden ser la conciliación, un ambiente de trabajo agradable o un empleo estimulante”, explica Luis Pérez, director de Relaciones Institucionales de Randstad. “Los trabajadores ya no buscan solo un salario, quieren otros beneficios que les haga posible equilibrar su vida personal y profesional. En este punto, ganan fuerza la conciliación y las fórmulas de trabajo flexible, entre otros. Este cambio de tendencia nos indica a las empresas que tenemos que llegar a acuerdos con los trabajadores para adaptar los horarios a las necesidades de la nueva sociedad”, afirma Luis Pérez.
Ocupados que desean trabajar más horas (2007-2017)
Además, cuando se analiza el volumen de ocupados que desea trabajar más horas, cuya tasa se sitúa en torno al 12,3%, se detecta una evolución positiva para el mercado laboral. Es decir, a medida que se asienta la recuperación económica y la creación de empleo, cada vez hay menos profesionales descontentos con sus horarios laborales. Esta tasa ha descendido desde el 17% en 2013, cifra más elevada de la última década, hasta el 12,3% actual, en niveles del entorno de 2009 y 2010.
El 4% de los ocupados de entre 25 y 45 años quiere trabajar menos
Otro de los aspectos que analiza Randstad es cómo influye el sexo y la edad de los profesionales sobre el deseo de reducir la jornada laboral. Los profesionales de entre 25 y 45 años son los que registran mayor tasa de ocupados que desean reducir su jornada laboral, con un 3,8%. Le siguen los mayores de 45 años (3,6%) y, por último, los menores de 25 años (0,8%).
Respecto a 2007, estas tasas han descendido en todos los colectivos de trabajadores. Los mayores de 45 años son los que han experimentado una bajada más pronunciada. Concretamente, 4,8 puntos porcentuales. Le siguen los ocupados de entre 25 y 45 años (-4,2 P.P.) y, por último, los menores de 25 años (-2,4 P.P.). Si se compara con las tasas alcanzadas el año anterior, los profesionales de entre 25 y 45 años han aumentado (+0,4 P.P.). Le siguen los mayores de 45 años (+0,3 P.P.), mientras que, en el lado contrario, se encuentran los trabajadores más jóvenes, que descienden (-0,1 P.P.).
Ocupados que desean reducir su jornada laboral por tramos de edad (1T 2017)
En términos absolutos, el colectivo más numeroso son los trabajadores de entre 25 y 45 años, con más de 356.800 ocupados, 180.700 hombres y 176.100 mujeres. A continuación, está los mayores de 45 años (294.600) y los más jóvenes, menores de 25 años (6.800).
Según el sexo de los trabajadores, el 3,7% de las ocupadas desean reducir su jornada laboral, mientras que en el caso de los hombres la cifra desciende hasta el 3,5%. Por sexos y tramos de edad, las mujeres de entre 25 y 45 años son las que muestran mayor tasa (4%), seguidas de las mujeres y los hombres de más de 45 años (3,6%). Los trabajadores más jóvenes de ambos sexos son los que registran menores tasas, con un 0,9% y un 0,8% respectivamente.
La conciliación, el segundo motivo más importante para trabajar una empresa
Según, el informe anual ‘Randstad Employer Brand Research 2017’, el equilibrio entre trabajo y vida personal es ya el segundo motivo más importante para los profesionales a la hora de elegir una empresa en la que trabajar, solo superado por el salario. Así lo afirma el 55% de los españoles. Este factor, que había ido aumentando su importancia a medida que la crisis económica quedaba atrás, ha experimentado una subida de 10 puntos en solo un año hasta posicionarse como el segundo indicador en importancia para los trabajadores.
Los resultados de este estudio reflejan cómo la recuperación económica y la reactivación del mercado laboral en España modifican los motivos por los que un profesional elegiría una compañía u otra la hora de desarrollar su carrera laboral. Factores más vinculados a la seguridad laboral, como la estabilidad y la buena situación financiera de la empresa, han descendido en importancia, mientras que la conciliación ha crecido notablemente. En 2017, la estabilidad laboral ha perdido 10 puntos y la salud financiera de la compañía ha descendido 5 puntos respecto al año anterior.
Durante los años anteriores, en los que el mercado laboral se encontraba en recesión, primaban factores que aportasen seguridad a los profesionales y confianza en mantener su puesto de trabajo, pero año tras año han ido perdiendo importancia.