El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha afirmado que el crecimiento de la economía española en 2017 será «cercano» o «parecido» al 3,2% del año pasado.
Si bien ve «difícil», aunque «no imposible», cumplir el objetivo de déficit del 3,1% para este ejercicio, ya que se desviará unas dos décimas por el ‘rescate’ de las autopistas.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos en el Senado para explicar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017, En la que ha indicado que con la información disponible en lo que va de año, la probabilidad de cumplimiento del objetivo de déficit es del 40%, por lo que la AIReF lo ve «improbable» y «difícil».
Escrivá ha detallado los últimos cinco informes que la Autoridad Fiscal ha publicado en los últimos meses sobre las previsiones macroeconómicas, los Presupuestos, el Programa de Estabilidad y la ejecución presupuestaria, en los que advierte de que la contingencia de responsabilidad patrimonial respecto a las autopistas en quiebra, que tendrá un impacto de 3.500 millones este año y el que viene, y de unas dos décimas del PIB este ejercicio, lo que hace «mucho más complicado» cumplir el objetivo de déficit del 3,1% en 2017.
En concreto, Escrivá ha señalado que aunque los gastos y los ingresos van «globalmente en línea con lo esperado» en lo que va de año, la repercusión del ‘rescate’ de las autopistas hace «improbable» el cumplimiento del objetivo de déficit, si bien sin el impacto de las autopistas la meta sería «factible pero exigente».
No obstante, Escrivá ha apuntado que hay que esperar a ver en qué volumen impacta este año la responsabilidad patrimonial del Estado, lo que dependerá de los procesos judiciales, si bien considera que la desviación de la meta de este año no será de la «magnitud de años anteriores» y que la trayectoria conducirá a registrar un déficit inferior al 3% en 2018.
Además, ha destacado que la evolución económica es «bastante favorable» en el segundo trimestre, y pronostica un crecimiento anual «cercano o parecido» al registrado el año pasado, del 3,2%.
De hecho, ha afirmado que para que el alza del PIB sea inferior al 3% este año tendría que producirse una «desaceleración» de un punto y crecer en torno al 2,3% el próximo trimestre, algo que sólo tendría lugar si se produjese una «perturbación exterior fuerte».
CRECIMIENTO PERO CON MENOS INGRESOS
En esta línea, ha destacado que el crecimiento es «mucho más equilibrado» que en otros cíclicos, al no haber inflación ni déficit por cuenta corriente, unas características que son «generalmente deseables» pero que «pueden llevar a registrar menos ingresos que en el pasado».
Eso sí, ha advertido de que se ha producido un cambio de patrón, ya que la «sensibilidad cíclica de los ingresos es mucho menor que lo que ha sido históricamente», ya que a principios de los 2000 los ingresos habrían crecido a ritmos superiores al PIB nominal con una evolución cíclica de la economía como la actual.
Por ello, ha abogado por la «prudencia» a la hora de elaborar previsiones ya que aunque la economía crezca de forma «sana», no se llevará aparejado incrementos adicionales de recaudación fiscal.
DÉFICIT DE LA SEGURIDAD SOCIAL
En cuanto al reparto de los objetivos de déficit entre las distintas administraciones, ha apuntado que se considera «adecuado» en conjunto, aunque es «probable» que el Estado y la Seguridad Social incumplan sus metas de déficit, mientras que los ayuntamientos registrarán un superávit «muy significativo, incluso superior al del año pasado».
En términos agregados, la AIReF ve «improbable» que el Estado alcance su objetivo de déficit del 1,1%, mientras que el de las comunidades autónomas le parece «factible», ha recordado.
Sobre la Seguridad Social ha recalcado que para equilibrar sus cuentas hay un «conjunto de posibilidades diversas», si bien se trata de un asunto que requiere «voluntad política» y debe abordarse en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso, en donde se deben estudiar los posibles mecanismos para «equilibrar» ingresos y gastos.
En cualquier caso, ha advertido de que la mayor parte del déficit estructural en los próximos años de España corresponderá a la Seguridad Social, cuyo desajuste se estabilizará en torno al 1,3% o el1,4% del PIB en los próximos años, desde el 1,6% actual.
Por otra parte, Escrivá ha vuelto a hacer hincapié en que el stock de capital de la inversión pública requiere mantener un nivel de inversión alto.
