La responsable de tecnologías de Ciberseguridad de Minsait (Indra), Isabel González Hervás, ha señalado que la nueva regulación europea de protección de datos plantea importantes retos tecnológicos.
Isabel González Hervás ha señalado que esta nueva regulación podría ayudar las empresas que logren gestionar de forma segura la identidad digital de sus clientes a generar más valor y a ser más competitivas.
Durante su intervención el Digital Enterprise Show (DES2017), González Hervás ha remarcado que la «exigente» regulación europea de protección de datos que entrará en vigor el próximo año puede convertir a las empresas del continente en las que gestionan de forma más eficiente y segura la identidad digital de sus clientes, lo que les llevará a ser más competitivas y ofrecer los servicios de mayor valor en la economía digital.
En este sentido, ha incidido en que la gestión de la identidad «se encuentra en la base de cualquier transacción digital» y ha subrayado que representa además «una palanca de transformación esencial para el negocio, ya que permite redefinir la oferta, crear nuevas líneas de ingresos y generar valor».
La nueva Regulación General de Protección de Datos (GDPR) eleva los requisitos de privacidad y seguridad en el tratamiento de los datos de ciudadanos europeos. Por ejemplo, exige su consentimiento expreso para que puedan tratarse los datos, protege el derecho de olvido y de acceso y eliminación de los mismos, y establece la obligación de notificar los incidentes de ciberseguridad que afecten a la privacidad.
Minsait afirma que cumplir con este reglamento está obligando a las empresas europeas a llevar a cabo una profunda modernización tecnológica, ya que es necesario que la empresa disponga de sistemas que proporcionan una visión de 360º de los datos que maneja.
Sin embargo, agrega que todas estas mejoras y el esfuerzo realizado ofrecen como contrapartida la posibilidad de que las empresas europeas adelanten a sus competidores en lo que a gestión eficiente de identidad digital se refiere.
La responsable de Minsait ha explicado que todas las iniciativas que buscan mejorar la gestión de la identidad digital persiguen «crecer en el valor de la transacción y nivel de garantía». Sin embargo, aquellas compañías que en un primer momento apostaron por un bajo nivel de seguridad para mejorar la experiencia de uso «encontrarán ahora difícil adaptarse y ofrecer los servicios críticos de más valor».
En este contexto, ha agregado que la regulación europea y las capacidades tecnológicas necesarias para cumplirla sitúan a las empresas del continente en «una inmejorable posición para aprovechar el abanico de posibilidades de negocio que abre la identidad digital».