Hoy en día, hay que saber vender muy bien y ser muy prudente a nivel financiero porque entonces resultará casi imposible poder presentar una cuenta de resultados “digna” para solicitar un préstamo para nuestro negocio. Debes tener presente, siempre, que un banco no sólo necesita saber cómo vas a devolver el importe de la financiación, sino que además tiene que ver que tu endeudamiento no es excesivo. Sólo así podrás tener la suficiente independencia financiera para no sufrir los caprichos del banco de turno, al no otorgarte un crédito o renovarte tu línea de crédito.
Tanto si eres una empresa como si eres un emprendedor, tienes que evitar cometer ciertos errores al solicitar financiación porque si la situación es ya difícil, imagínate si además cometes algún fallo que haga saltar todas las alarmas de tu banco o inversor. Los errores más habituales en financiación para empresas son:
CARECER DE UN BUEN PLAN DE NEGOCIO
Cualquier banco o inversor quiere ver cómo vas a generar el suficiente efectivo como para devolver la financiación solicitada. Y aunque como emprendedor entiendo que la fe y el entusiasmo son fundamentales, un financiero sólo quiero ver balances y documentos que acrediten todo lo que dices.
NO CONOCER EL MERCADO
En una situación como la actual sólo un buen producto o servicio, que se adapte a las necesidades del mercado y que sea superior a la competencia, podrá tener un éxito.
NO TENER SUFICIENTE EXPERIENCIA
Los financieros saben que más vale experiencia en un sector que mucha financiación o entusiasmo. Si tú y tu equipo tenéis experiencia en el negocio, será más fácil que puedas llevar a tu empresa a buen puerto y podrás devolver el importe financiado.
SER OPTIMISTA EN PREVISIONES DE VENTAS, RESULTADOS Y TESORERÍA
Este error es de los más graves a la hora de buscar financiación para empresas porque demuestra dos cosas:
- NO eres prudente a nivel financiero
- NO conoces el mercado.
NO APORTAR CONTRATOS O PRE-CONTRATOS DE CLIENTES
Lo que quiere un financiero son datos y si ya tienes contratos que justifiquen cómo vas a devolver lo prestado, mejor que mejor. Ten en cuenta que es más fácil pedir financiación para empresas que están creciendo en clientes que para aquellas que pierden ventas y cuota de mercado.
NO TENER UN BUEN EQUIPO DE PROFESIONALES A TU LADO
Tu equipo tiene que tener experiencia y conocimiento del mercado pero, si además cuentas con un financiero de corte tradicional, mejor que mejor. El banco o inversor verá que hay una persona que “velará” por el buen uso de la financiación que te otorgue.
NO APORTAR INVERTIR DINERO PROPIO
El argumento es muy sencillo, ¿si tú no apuestas por tu empresa por qué tendría que hacerlo otro? Está claro que en este punto hay momentos en los que no se tienen recursos propios y no se puede aportar capital al proyecto. Como dijo alguien… el dinero ni se pinta ni crece en los árboles. Para esta situación hay una práctica habitual denominada «Las tres F», (Family, Fools and Friends), que puede ayudarte. Si no tienes recursos para invertir en tu proyecto, y vas a visitar al banco para pedir financiación, prueba a conseguir que tu familia, algún loco que confíe en ti y en tu proyecto y tus amigos te financien.
ENGAÑAR PARA OBTENER LA FINANCIACIÓN QUE NECESITAS
Aunque pueda ser tentador de cara a tener más posibilidades, EVÍTALO SIEMPRE.. Los programas informáticos de los bancos realizan numerosos cálculos y cruces, por lo que es difícil que no detecten cualquier tipo de engaño. Además, al estudiar operaciones de financiación es habitual consultar registros para contrastar información aportada, como por ejemplo el RAI o el Registro Mercantil.