CEOE ha elaborado un Libro Blanco sobre el sistema de Formación en el Trabajo en el que presenta un modelo alternativo al actual, para lograr uno que sea eficaz y moderno y que no suponga volver al modelo anterior a la reforma.
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Una reforma, la del año 2015, que se ha llevado a cabo sin el acuerdo de los interlocutores sociales, por primera vez en 25 años de vida del sistema y que ha llevado a que se reduzca un 22% el número de empresas que utilizan su crédito formativo.
En concreto, el número de empresas han pasado de 471.590 en 2014 a 367.770 en 2016. Es decir, 103.820 empresas han abandonado el sistema de bonificaciones, de las que la gran mayoría, 99.622, son de menos de 10 trabajadores, precisamente las que más necesitan la formación para mejorar su competitividad.
Frente a esta situación, en el seno de la Comisión de Formación de CEOE, se ha elaborado el citado Libro Blanco con planteamientos en línea de los países más desarrollados de Europa y que se convierta en un instrumento de mejora de la competitividad de las empresas y, por ende, de la economía española, así como de la productividad y de la cualificación de los trabajadores.
Entre otras líneas de actuación del modelo propuesto por CEOE, se pueden destacar la necesidad de que exista correlación entre los objetivos que se establezcan, la financiación, la formación y los destinatarios de la misma, con una posterior evaluación de la consecución de dichos objetivos, al tiempo que prime la orientación hacia la calidad y la eficiencia de la formación.
También se encuentra entre los criterios fundamentales de la propuesta de CEOE el que el nuevo sistema sea desburocratizado y goce de flexibilidad, al igual que sucede en la inmensa mayoría de los sistemas de formación de los países de nuestro entorno. Igualmente se hace hincapié en la necesidad de que tenga carácter negocial, es decir que sea un sistema regulado pero en el entorno de la negociación colectiva.
CEOE presenta en su Libro Blanco la idea de un modelo de gobernanza propio y diferenciado del de las políticas públicas, siendo la empresa el eje del modelo, los interlocutores sociales los protagonistas de la gobernanza del sistema y las administraciones públicas los colaboradores en la gobernanza del mismo. Así, las comisiones paritarias (organizaciones empresariales y sindicales) son las que deben establecer que formación hacer y las condiciones y financiación de la misma, en el caso de la “formación abierta”.
Los empresarios recuerdan que hay que reformar las actuales instituciones del sistema, que la cuota de Formación Profesional tiene carácter privado, que no debe utilizarse el mecanismo de la subvención para la distribución de los fondos, sino otros alternativos, así como que la reanualización anual de los fondos debe ser obligatoria y no potestativa. Además, según CEOE, la formación debe ser impartida por los centros y entidades de formación y ser considerada una actividad económica de servicios más.
Por último, entre las propuestas más destacadas, cabe señalar que se pide que se permita la externalización de servicios formativos, así como la existencia de beneficio empresarial en la actividad formativa y se crea un modelo alternativo para las pequeñas empresas y las microempresa.
En definitiva, el Libro Blanco sobre el Sistema de Formación en el Trabajo de CEOE, recoge un trabajo de reflexión en común, realizado en el seno de la organización empresarial, que consolida una propuesta empresarial única para un nuevo modelo de Formación Profesional. Este nuevo modelo es una apuesta por una modificación en profundidad del actual sistema, mediante un conjunto de medidas objetivas e independientes, basadas en los datos y experiencias de los últimos años y en el análisis de los modelos de los países de nuestro entorno.
El objetivo principal es dotar a las empresas españolas y a sus trabajadores del sistema de formación ágil, eficiente, seguro y de calidad que permita mejorar su competitividad y cualificación, respectivamente.
