El secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, ha atribuido a la inflación negativa registrada durante parte del ejercicio 2016 a la desviación en la previsión de impuestos procedentes de los impuestos.
«Se ha dado una circunstancia anómala de crecimiento económico e inflación negativa que no se había dado en el pasado, con lo cual es muy difícil analizar la elasticidad de las bases imponibles por parte de la Agencia Tributaria», ha esgrimido Nadal. Asimismo, ha concedido que la reforma fiscal de 2015 tuvo un impacto superior al previsto por Hacienda, 6.000 millones de euros en 2016, aunque ha sostenido que este efecto no tendrá consecuencias este año, aun manteniéndose la reducción impositiva.
En todo caso, ha defendido que a pesar de la desviación de ingresos, el objetivo de déficit se ha cumplido en todos los años a excepción de 2015 porque el Gobierno realizó «los ajustes necesarios» para cumplir con los compromisos pactados con la Comisión. En este sentido, Nadal ha destacado la reducción anual de casi un punto del PIB anual del déficit, un «ajuste adecuado» pues, ha asegurado, «ha permitido apuntalar el crecimiento económico».
El responsable de Presupuestos ha sostenido que sin la reducción del déficit habría sido «imposible» registrar un crecimiento por encima del 3%, pues cree que mantener un desfase «descontrolado» es «incompatible» con poder devolver la deuda y asumir el pago de los intereses, y que esto «termina antes o después con la quiebra de la confianza y el hundimiento de la economía».