El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, avanzó en la clausura de la Asamblea General de CEOE que el Gobierno situará la previsión de crecimiento de la economía española en el 2,7% para este año.
«Los datos más recientes conocidos del primer trimestre de este año, más el conjunto de previsiones internacionales nos aconsejan elevar esta previsión», dijo el líder del Ejecutivo, quien añadió que el crecimiento económico será muy positivo en los próximos años.
Mariano Rajoy felicitó a CEOE por su labor y su 40 aniversario. «Han sido –señaló- 40 años de esfuerzo pero también de éxito». Reconoció que sin la Confederación, “la historia no habría sido la misma y tengan la seguridad que con su existencia la han hecho mejor”. El mismo acto contó con la asistencia de la Ministra de Empleo, Fátima Báñez, y con la intervención del presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y el presidente de la Organización Empresarial, Juan Rosell.
Crear empleo
En la Asamblea General, Juan Rosell expresó con rotundidad que los empresarios quieren “seguir creando empleo, cuanto más mejor y de la máxima calidad”. Asimismo, indicó que con las propuestas salariales de este año, los empresarios están dando un mensaje de esperanza, “teniendo en cuenta que la mayoría de las empresas españolas, especialmente las pequeñas y muy pequeñas, siguen en pérdidas y están saliendo lentamente de la crisis”.
En su discurso ante la Asamblea, Rosell calificó de “muy positiva” la transformación de España en los ámbitos político, social y económico durante los 40 años de vida de CEOE, donde ha habido “muchos aciertos y, por supuesto, algunos errores” como en cualquier proyecto humano. Reconoció el papel desempeñado por la Monarquía y los políticos en todos estos años, de los que dijo que “hay que hablar mucho y bien de la clase política de los últimos 40 años, principales protagonistas del proceso, aunque algunos lo quieran poner en duda”, así como la colaboración de CEOE y CEPYME, como agentes sociales, para lograr los éxitos obtenidos.
No obstante, añadió que es necesario “seguir avanzando” y enfrentándose a “múltiples retos para mejorar la competitividad de las empresas y el bienestar de los ciudadanos”; ya que “sin más y mejores empresas, más grandes, innovadoras y competitivas, el progreso no es posible”.
Diálogo, consenso y negociación
Afirmó que estamos en un momento “muy relevante” y que el nuevo marco de relaciones políticas en España requiere “diálogo, consenso y negociación por parte de todos”. Agregó que para los empresarios es imprescindible continuar, precisamente, con el diálogo y negociación “para conseguir soluciones estable y sólidas que apoyen una recuperación económica sostenible y duradera”. Aseguró que nada se logrará “desde el inmovilismo” y que hay que continuar con las reformas “sin atolondramientos pero sin pausa”.
Destacó que la economía española siempre ha mostrado una gran capacidad de recuperación y prueba de ello es el impulso a la creación de empleo, en un contexto de corrección de desequilibrios macroeconómicos. No obstante, puso especial énfasis en la consolidación de la recuperación y en la necesidad de que el Gobierno lleve a cabo una política económica que favorezca la competitividad empresarial, para lo que es imprescindible reducir la fiscalidad a las empresas, que cualquier medida tributaria se anuncie con la debida antelación y tenga vocación de permanencia; coordinar las políticas tributarias estatales, autonómicas y locales, además de suprimir algunos impuestos autonómicos.
Elevado entorno regulatorio
Abogó también por mejorar en entorno regulatorio, puesto que entre los factores determinantes de competitividad figuran los obstáculos o las facilidades que ofrecen el marco normativo donde operan las empresas. En este sentido, lamentó la existencia de un “elevado y exigente” nivel de regulación, lo que provoca que las empresas no puedan dedicar todos sus recursos y esfuerzos a crear riqueza y generar empleo. Entre los datos que facilitó resaltó el número de normas en vigor en la actualidad, que se sitúa en torno a 163.000 normas, y el número de páginas publicadas por el BOE y autonómicos (895.820 en 2016). En su opinión, es preciso evaluar las normas y adoptar un compromiso para elaborar pocas, “pero simples y estables en el tiempo”.
Por otra parte, pidió más apoyo para la industria porque juega un papel fundamental en la economía en su conjunto, por lo que «habría que reforzar el papel del sector industrial, en línea con el objetivo europeo de que la industria manufacturera represente el 20% del PIB en 2020″. Propuso, por otro lado, reducir los costes que afectan a las empresas, como son las cotizaciones sociales y el coste energético.
Crear empleo
Reclamó facilitar la creación de empleo, para lo que resulta imprescindible seguridad jurídica, flexibilidad y realidad. Respecto a este último punto aclaró que se precisan “medidas concretas, que produzcan efecto inmediato y que puedan ser evaluadas rápidamente para conocer su eficacia. Todo ello, apostando claramente por el diálogo social para su implementación, especialmente en el ámbito de la negociación colectiva y los acuerdos, en todos los niveles y ámbitos. Debemos modernizar la negociación colectiva para que siga dando frutos. Estamos poniendo encima de la mesa una propuesta potente con ánimo de mejora”.
Para los empresarios españoles, es preciso, dijo, situar la educación y la formación como una prioridad de la política de Estado y promover una mejora en la calidad de los sistemas educativos y formativos y su relación con el empleo.
Transformación digital
El presidente de CEOE hizo un llamamiento a los empresarios para invertir en innovación e impulsar la sociedad digital y que debe verse no sólo como un reto, sino también como una oportunidad, porque “las nuevas tecnologías digitales son el principal motor de transformación social y económica”. Por otra parte, animó a los empresarios a seguir invirtiendo en otros países y continuar exportando.
Manifestó que los empresarios quieren “tener un papel fundamental en los futuros pactos sociales de educación, sanidad, igualdad o conciliación de vida familiar y laboral, pensiones y los que seamos necesarios, por lo que estamos aportando nuestras ideas”. “Es fundamental –agregó- que cualquier avance en estos temas no pierda de vista el papel de las empresas”.
Por último, Rosell subrayó que las organizaciones empresariales, “igual que hemos hecho en estos 40 años, estamos comprometidos con España en el papel de interlocutores sociales que nos otorga la Constitución de 1978. Tanto en los ámbitos bipartitos, como tripartitos, sumando a la Administración pública, los acuerdos han sido muchos y los resultados son visibles”.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, destacó en su intervención el Plan Digital 2020 de CEOE y consideró que debería incrementar un 10% la digitalización de España. Esta se debe basar en pilares como la conectividad con las redes de alta generación, la transversalidad de los sectores, la educación y la formación, la innovación y el emprendimiento.