En el caso de que el trabajador decida acceder a su jubilación anticipada a los 63 años en vez de mantenerse en su puesto de trabajo hasta los 67 años.
Así lo destacan el subdirector de desarrollo de negocio de vida de colectivos Mapfre Vida, Ángel Crespo Castro, y el director de desarrollo de negocio de salud de Mapfre España, José Manuel Sánchez Ruiz, en el artículo incluido en la edición de febrero de PLAN Magazine, la revista oficial de CEPYME dedicada este trimestre a los recursos humanos.
El principal problema al que se van a tener que enfrentar las empresas a corto plazo es el de que sus empleados vayan retrasando paulatinamente por cuenta propia su edad de jubilación, hecho que estará motivado por la posible pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, por la ampliación de la edad de jubilación hasta los 67 o porque los propios empleados quieran mantener su nivel económico.
Este hecho incrementará los costes salariales de las compañías, ya que, «por razones obvias», los trabajadores mayores de 58 años suponen un mayor gasto para las compañías, dado que suelen tener beneficios sociales o pluses por antigüedad.
Además, los trabajadores españoles cada vez son más conscientes de que la diferencia entre su último sueldo y su primera pensión pública (la llamada tasa de sustitución) cada vez va a ser más acusada. Por ello, los departamentos de recursos humanos de algunas empresas en España están optando por reforzar y optimizar sus planteamientos destinados a la jubilación anticipada u ordinaria.
En concreto, las compañías están apostando por generar compromisos con sus trabajadores si acceden de manera voluntaria a la jubilación anticipada con el que podrían conseguir un complemento vitalicio a sus pensiones de jubilación, por reforzar los instrumentos de jubilación, ofreciendo planes de pensiones de empleo o de previsión social empresarial, o por utilizar fórmulas mixtas entre prejubilaciones, jubilaciones voluntarias y activas.
Así, hay compañías que están ofreciendo a sus empleados jubilarse a los 63 años, siempre que cumplan con los requisitos de acceso a la jubilación anticipada, con un complemento igual al 125% de su pensión máxima posible a la edad de su jubilación ordinaria.
En este contexto, desde Mapfre ponen de relieve que el instrumento «más apropiado» y utilizado para planificar esta medida es la contratación de un seguro de ahorro colectivo destinado a la jubilación, en el que la compañía mantiene los derechos económicos de las aportaciones destinadas a este fin y consigue un «importante» ahorro de costes para la empresa.
Concretamente, Mapfre cree que los departamentos de recursos humanos ya no solo buscan la forma de motivar, fidelizar y retener talento, puesto que también buscan optimizarlo y racionalizarlo para que la relación del trabajador con la empresa sea la más adecuada.
Por ello, considera que usar instrumentos de previsión para racionalizar costes en el área de recursos humanos será «una de las claves» para conseguir solvencia financiera y asegurar el futuro de la empresa.