Un estudio de sectores nos ayuda a conocer cuáles son las tendencias de emprendimiento del momento. Además, nos descubre nuevas disciplinas que serán clave en el ecosistema empresarial del futuro como:
- Internet de la Cosas (IoT). Se ha desarrollado un nuevo sector en torno a la domotización de los productos, lugares y servicios. Ahora las marcas tratan de convertir en ‘inteligente’ todo aquello que producen. Una casa, un coche, un reloj… Cualquier cosa es susceptible de estar conectada.
- Big Data. La recopilación, análisis y estudio de los datos se ha convertido en un nuevo sector laboral y económico. Se trata de una nueva profesión vital para la toma de decisiones en una empresa. Han nacido también numerosas empresas tecnológicas que ofrecen este tipo de soluciones y que facilitan esa toma de decisiones.
- La realidad virtual. Sectores como la automoción, la arquitectura o los videojuegos han comenzado a diseñar sus productos basados en esta tecnología, que muestra entornos de situaciones u objetos de apariencia real.
- Inteligencia artificial. Cada vez crece más el número de compañías dedicadas a este tipo de tecnología. Empresas de atención al cliente que cuentan con asistentes virtuales o chatbots, por ejemplo. Además, se están desarrollando servicios basados en inteligencia emocional.
Sectores tradicionales que se renuevan
Un estudio de sectores nos muestra que, además de los nuevos campos de trabajo y de negocio que han aparecido por el desarrollo de la tecnología, también sectores tradicionales han repuntado su actividad gracias a ella:
- Agricultura. El desarrollo de esta tecnología aplicado a tractores, campos de cultivo y demás máquinas ha supuesto un cambio de paradigma. Tractores, sembradoras y plantadoras cuentan ahora con sistemas de guía para evitar desvíos en sus trayectos por el campo. El sector ha empezado a utilizar drones que controlan la ejecución del trabajo y el estado de los campos.
- El sector bancario se ha visto espoleado por una nueva vertiente, el Fintech. Se trata de la aplicación de la tecnología de la información a la oferta de servicios y productos financieros. Esto conlleva una mayor eficacia y menores costes, pero también ha permitido la entrada de nuevos actores en el sector, como Bizum. La transformación digital de la banca es ya una realidad, pero quien no la aplique correctamente y no aporte valor, desaparecerá.
- Industria 4.0. Las fábricas se van modernizando. La ‘cuarta revolución industrial’ se hará presente con la digitalización de las plantas españolas. El Big Data y la ingeniería de datos o la introducción de nuevos robots en las cadenas de montajes mejorará los procesos de producción.
