Los tripulantes de cabina (TCP) de British Airways (BA) han sido convocados a una huelga de 48 horas a partir del próximo martes, día 10 de enero, ante la negativa a negociar en materia salarial de la aerolínea británica, propiedad de IAG que preside el español Ález Cruz.
Los paros que llevarán a cabo los TCP de BA los días 10 y 11 de enero han sido convocada por el sindicato Unite, que representa al 15% del colectivo en la aerolínea británica, tras acusar a la compañía de negarse a negociar.
El sindicato suspendió la huelga prevista para los días 25 y 26 de diciembre tras recibir una nueva oferta salarial negociada con el servicio de conciliación ACAS pero, tras esta iniciativa, acusa a la aerolínea británica de negarse a participar en las conversaciones y «tratar de deshacer los progresos» alcanzados, según explica el sindicato en un comunicado.
Oliver Richardson, responsable nacional de Unite, ha acusado a BA de «provocar la huelga» y de «tratar de intimidar» a los trabajadores, una «confrontación» perjudicial para los pasajeros que muestra «una falta de voluntad» para entablar negociaciones constructivas.
En este sentido, ha instalado a la aerolínea a lograr una solución negociada que satisfaga las demandas del colectivo, que agrupa a 2.500 TCP tanto en rutas de corto y medio radio como de larga distancia.
El sindicato Unite reclama que la tripulación de la ‘flota mixta’ gana justo por encima del salario mínimo y por debajo del promedio nacional.
Desde 2010, los nuevos TCP de BA incorporados a la denominada ‘flota mixta’ entran en la compañía con una salario de entre 21.000 y 25.000 libras esterlinas (25.020 euros y 29.786 euros), aunque el sindicato denuncia que en realizan comienza con poco más de 12.000 libras (14.297 euros).
Entre 2009 y 2010, BA acometió un plan de reducción de costes, que incluyó un expediente de 1.000 bajas voluntarias incentivadas y la reducción del horario de 3.000 TCP, con un recorte de 1.700 puestos de trabajo. La media contemplaba además congelar el salario de los tripulantes durante dos años, concretamente hasta marzo de 2011, como ya ocurriera con los pilotos, que aceptaron una reducción salarial del 2,6%.