Las fiestas de Navidad y sus correspondientes comidas suelen ser momentos en los que echamos el resto, incurriendo en ocasiones en excesos. Para tratar de evitar grandes desembolsos en comida que puedan descuadrar el presupuesto, CECU quiere recordar a los usuarios la importancia de anticipar las compras.
Acudir con cierta antelación permitirá comparar precios entre varios establecimientos y evitará los incrementos generalizados que se dan cuando se acercan las fechas señaladas. Conservándolos convenientemente en el congelador y descongelándolos posteriormente de forma lenta se obtendrá un alimento excelente y mucho más barato. En los productos frescos, se debe exigir siempre un etiquetado completo con todos los datos obligatorios, prestando especial atención a las fechas de caducidad y consumo preferente y a las recomendaciones para una buena conservación.
También es buena idea pensar los menús con anticipación. El incremento del precio de determinados alimentos (mariscos, determinadas carnes o pescados…) debido a la demanda especial que se da en estas fechas puede llevarnos a considerar alternativas que pueden ser tan deliciosas y especiales como cualquier otro plato y ahorrarnos mucho dinero.
A la racionalidad en el gasto se debe sumar un uso adecuado de los alimentos que compremos. Cuántas veces hemos visto cómo en estas celebraciones sobran grandes cantidades de comida que, en muchos casos podría reutilizarse y aprovecharse. Para minimizar el desperdicio durante estos días podemos tener en cuenta algunas ideas extraídas de nuestra web Noalcubo, donde se puede encontrar mucha más información:
– Revisar lo que ya tenemos por la despensa para aprovecharlo antes de hacer la compra.
– Hay que planificar cuántas comidas vamos a hacer en casa y prever el menú y la cantidad de comensales. Así podremos calcular mejor la cantidad que tenemos que comprar.
– Hacer una lista de la compra para evitar salirse de lo previsto y comprar de más.
– Conservar bien los alimentos. Es especialmente importante respetar la cadena de frío para los alimentos fríos y congelados: así mantendrán todas sus propiedades.
– Hay que recuperar y reutilizar las sobras.