La Comisión Europea ha advertido este miércoles a España por su elevado nivel de endeudamiento, tanto público como privado, por su todavía alta tasa de desempleo, que se traduce en una reducción «lenta» de la pobreza, y por su «muy negativa» posición de inversión internacional
El Ejecutivo comunitario ha presentado el informe Mecanismo de Alerta para 2017, en el que identifica los desequilibrios macroeconómicos de los socios de la Unión Europea, con el objetivo de evitar que perjudiquen el «correcto» desarrollo de sus economías.
Además de en España, Bruselas ha constatado la existencia de desequilibrios en Bulgaria, Croacia, Chipre, Finlandia, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, Eslovenia y Suecia.
En el caso de España, Bruselas señala que el nivel de desempleo sigue siendo «muy alto», especialmente entre la población joven, así como que existe una «gran proporción» de personas sin puesto de trabajo durante un periodo superior a un año. Todo esto a pesar de la «rápida» caída de la tasa de paro, que únicamente se traduce en una «lenta» reducción de la pobreza.
Con respecto a la deuda, la Comisión Europea apunta que el desapalancamiento del sector privado continuó a lo largo del pasado año, apoyado por el crecimiento «sólido» del crecimiento de la economía. La deuda pública, a su vez, se mantuvo «generalmente estable» a pesar de «un importante» déficit.
En la misma línea, la Comisión Europea subraya que la balanza por cuenta corriente continuará con un superávit «moderado» en el medio plazo, pero que esto «sólo se está traduciendo en una reducción lenta de las obligaciones externas».
«La posición de inversión internacional ha mejorado desde 2014, pero sigue siendo muy negativa y está compuesta principalmente por deuda, que expone al país a riesgos derivados de cambios en la confianza del mercado», añade el documento elaborado por el Ejecutivo comunitario.
Además, Bruselas destaca que el bajo crecimiento de la productividad hace que la competitividad dependa de las ventajas en costes, lo que afecta a las condiciones laborales y a la cohesión social.