Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y vicepresidente de la CEOE, considera que la victoria de Donald Trump puede beneficiar a las empresas de construcción y de ingeniería, en las que España es líder. Sin embargo, muchas otras empresas se verán perjudicadas porque «haya un riesgo de que los tratados» no salgan adelante.
En su opinión, la vida real es diferente a lo que se ha podido comentar durante la campaña y «el comercio está globalizado», por lo que una restricción de empresas extranjeras sería volver a los años 80.
Asimismo, se ha mostrado preocupado por las medidas medioambientales que pueda desarrollar EEUU a partir de ahora, siendo muy perjudicial sobre todo si el país incumple el Tratado de Kioto.
La bajada radical de los impuestos que ha propuesto Trump durante toda la campaña cree que tendrá un doble efecto porque también prevé subir los impuestos al capital estadounidense que esté fuera del país.
Además, Garamendi cree que uno de los puntos que han llevado al magnate a la Casa Blanca es que se arruinó y volvió a montar otro imperio, y los estadounidenses valoran mucho el éxito, el trabajo y el esfuerzo