Las solicitudes de patentes cayeron en España en 2015 un 5,9% respecto al año anterior, hasta la cifra de 2.853, de acuerdo con el análisis de Pons Patentes y Marcas Internacional en base a los datos provisionales disponibles en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).
Esta caída casi duplica a la registrada en 2014, año en el que las patentes descendieron un 3,2% con relación al año anterior. Desde 2008, la caída acumulada de patentes nacionales asciende a casi un 25%.
Por su parte, la evolución de la solicitud de marcas en España mantuvo una evolución inversa en 2015, con un crecimiento del 1% y 50.546 nuevos registros. De acuerdo con los indicadores mensuales publicados por la OEPM, de carácter provisional, el registro de marcas suavizó su ritmo de crecimiento interanual respecto al logrado en 2014 y logró mantenerse por encima del psicológico listón de las 50.000 solicitudes.
El continuo descenso en el registro de patentes tiene que ver con varios factores, pero especialmente con el descenso en la inversión en I+D+i por parte de las Administraciones Públicas, de acuerdo con la directora general del Pons Patentes y Marcas Internacional, Nuria Marcos.
En su opinión, esta caída en la inversión en I+D+i «ha tenido una incidencia muy negativa en las cifras relacionadas con la innovación» en España, donde las universidades y los centros públicos de investigación son los «grandes generadores de actividad inventiva».
Sin embargo, Marcos ha apuntado que este fenómeno puede estar relacionado también con una mayor utilización de la patente europea, una alternativa de propiedad industrial cada vez más demandada por las empresas españolas, «al tener necesidad de proteger su innovación en el exterior como parte de su estrategia de desarrollo de negocio».
Desde la Unión Europea se presentan oportunidades como los programas de financiación Horizonte 2020, donde, en opinión de Marcos, «las empresas innovadoras españolas lo están haciendo muy bien» y se puede «ser algo más optimistas sobre la evolución en las cifras de patentes en los próximos años».
«Esperamos que en España sepamos aprovechar el cambio de ciclo económico para que tanto Administraciones como empresas entiendan que nuestro futuro a largo plazo pasa por financiar y proteger la actividad de I+D+i«, ha señalado la responsable de la firma.
LAS PATENTES CAEN EN LAS ÁREAS MÁS INNOVADORAS
Según los datos de la OEPM, las principales áreas geográficas vinculadas a la innovación de España sufrieron importantes retrocesos en 2015, por encima de la media nacional. Andalucía redujo la solicitud de patentes un 17%, mientras que Cataluña sufrió una reducción del 10% y Madrid de más del 8%.
A pesar de la caída, estas regiones siguen concentrando la mayor parte de la actividad innovadora en España, acumulando prácticamente la mitad de los registros de patentes en España.
Por otro lado, en algunas comunidades autónomas se apreciaron avances que han compensado parcialmente la caída generalizada en el ámbito de patentes. Galicia (12,3%), Murcia (30%), Castilla y León (13,3%) y Castilla-La Mancha (24,2%) fueron las regiones donde más crecimiento en solicitudes de patente nacional se ha contabilizado durante el año pasado, según la OEPM.
En relación con las solicitudes de marcas, la Comunidad de Madrid repitió en el liderazgo autonómico con 12.179 pero frenó el ritmo de crecimiento de 2014 aumentando en 55 marcas respecto al año pasado, en línea con la media nacional.
Por su parte, Cataluña mantuvo la segunda posición en la clasificación a nivel nacional, aunque registró una caída de 83 marcas (-1%), hasta las 8.752. Andalucía, por su parte, alcanzó las 6.835 marcas registradas en 2015, lo que supuso un ritmo de subida del 4% frente a las 6.535 contabilizadas en 2014.
A la espera de las cifras definitivas, la situación de las marcas a cierre de 2015 para Marcos «es una buena noticia», ya que «aunque el ritmo se haya ralentizado, este año parece que se consolida el nivel de los 50.000 registros logrado en 2014», lo que demuestra un «notable vigor» de la actividad económica y el mantenimiento de una tendencia que confía en que se mantenga en el futuro.