La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) prevé que el déficit de los fondos de la Seguridad Social se sitúe en el 1,6% o el 1,7% del PIB este año, con un desajuste estructural de entre 15.000 y 17.000 millones de euros, y se estabilice en torno al 1,5% del PIB en los próximos cinco o seis años.
Así lo ha señalado el presidente de la AIReF, José Luis Escrivá, durante su participación en el foro ‘¿Es sostenible el sistema de pensiones?‘, organizado por El Confidencial y Banco Sabadell, en el que ha advertido que el objetivo inicial de que el déficit del Sistema se sitúa en el 0,3% del PIB este año va a ser «ampliamente desbordado», y también el objetivo revisado del 1,1%.
Escrivá ha recordado que desde la constitución de la AIReF en 2014 el organismo lleva advirtiendo de que se iban a desviar «mucho» los objetivos de déficit del Sistema, y finalmente se ha pasado de casi el «equilibrio» en 2011 a seis años después registrar un déficit estructural de 17.000 millones de euros.
Este déficit estructural se ha registrado a pesar de que la aportación directa del Estado a los fondos de la Seguridad Social ha aumentado en 4.000 millones en los últimos dos años, de que se han realizado reformas «importantes» para contener el gasto y de que desde 2015 la nueva ley de revalorización de pensiones y factor de sostenibilidad fija un mínimo de actualización del 0,25%.
BAJA INFLACIÓN
Según ha indicado Escrivá, el «desbordamiento» del déficit del Sistema hasta el 1,5% del PIB se explica en dos terceras partes (1,1 puntos) por el «shock» de la inflación, que registra un decaimiento de 10 puntos en los últimos cuatro años, lo que ha deprimido «de forma considerable» los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social.
Otras dos décimas del déficit se deben a las políticas de fomento del empleo que, según Escrivá, han reducido transitoriamente las cotizaciones, al tiempo que otras dos décimas se deben al agotamiento del fondo de reserva de la Seguridad Social, que en 2012 y 2013 aportaba 3.000 millones de euros de ingresos financieros que van convergiendo a cero según se va agotando la llamada ‘hucha’ de las pensiones. Este factor podría contribuir en una décima más en los próximos años.
Al déficit de entre 15.000 y 17.000 millones de euros del Sistema que calcula la AIReF también contribuye en una o dos décimas el gasto por Incapacidad Temporal al haberse «disparado» en los últimos dos años.
«Lo más probable es que en los próximos cinco o seis años se estabilice el déficit en torno a este 1,5 puntos del PIB», ha pronosticado Escrivá, quien ha augurado que el gasto en pensiones va a crecer en los ejercicios sucesivos ante las dificultades para aumentar los ingresos, lo que hará que la «brecha» entre ingresos y gastos se cierre «muy despacio». El aumento del 5% de los ingresos de la Seguridad Social estimado por el Ministerio de Empleo no sería suficiente en un contexto de inflación moderada, según Escrivá.
El presidente de la AIReF ha afirmado que España tiene un problema con las pensiones que «no es dramático» en el horizonte de cinco o siete años, pero hay una insuficiencia de ingresos en algo más de un punto del PIB. «Tenemos problemas evidentes en corto plazo y se van a mantener en magnitud manejable en los próximos cinco años», ha enfatizado.
Eso sí, ha advertido de que a partir de 2018, fecha para la que se prevé que se agote el Fondo de Reserva de las pensiones, se producirá un problema «de caja» y no solo presupuestario, por lo que considera que habrá que ajustar de las cuentas de la Seguridad Social.
PENSIÓN DE VIUDEDAD Y ORFANDAD
En este contexto, Escrivá ha recordado que la disposición transitoria 85 de la ley apunta a una solución que pasaría por aumentar las contribuciones del Estado por la vía de ampliar las prestaciones no contributivas (viudedad y orfandad) vía impuestos, de forma que dejarían de estar financiadas por la Seguridad Social. Para ello ve como el «candidato lógico» a las pensiones de viudedad y orfandad que, excluyendo la contribución por complemento mínimo, su coste para la Seguridad Social puede superar los 20.000 millones de euros. «Ahí hay una solución», ha apostillado.
De igual forma, Escrivá ha indicado que habría que adoptar más medidas para que el Estado pueda obtener recursos de más de un punto del PIB.
«INCERTIDUMBRE» A LARGO PLAZO
A largo plazo, Escrivá ha señalado que realizar pronósticos es «más complicado» puesto que hay una «gran incertidumbre» a la hora de proyectar ingresos y gastos, por lo que ha abogado por ser «humildes» en las proyecciones.
En este sentido, ha apuntado que hay que endogeneizar los flujos migratorios y las tasas de natalidad y realizar análisis de sostenibilidad de las pensiones en distintos escenarios. «Las incertidumbres son grandes y la sociedad tiene que invertir en información», ha añadido.
Al inicio de su intervención Escrivá ha subrayado la importancia de abordar la sostenibilidad del sistema de pensiones al suponer un 12% del PIB y el 30% del gasto público, además de que uno de cada cuatro españoles percibe una pensión y supone su «única fuente de renta».
En esta línea, ha indicado que hace 35 años la pensión que recibía un español era la mitad en términos reales de la que percibe hoy en día, cuando la renta per cápita ha aumentado un 65%. «Si la pensión era de entorno al 40% del salario medio, hoy está cerca del 70%», ha apuntado.
Por su parte, el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Ignacio Conde-Ruiz, y el socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI), José Antonio Herce, han advertido también de la insuficiencia de ingresos del sistema.
Conde-Ruiz ha apostado por ajustar las pensiones en función de la esperanza de ida manteniendo la contributividad, al tiempo que Herce se ha mostrado favorable a aumentar la edad de jubiilación más allá de los 65 años, descartando que esto pudiera producir un aumento del desempleo.