El incremento de la deuda pública hasta las proximidades del 100% del Producto Interior Bruto (PIB) y el elevado endeudamiento externo de España, así como una tasa de paro muy por encima de la de economías similares, representan las principales debilidades de España, según la agencia Fitch, que aprecia una cierta relajación del riesgo político.
En su análisis sobre la economía española tras decidir la semana pasada mantener el rating ‘BBB+’ de la deuda de España con una perspectiva estable, Fitch advierte de que la ratio de deuda pública de España, cerca del 100%, representa más del doble de la mediana de los emisores con calificación ‘BBB’.
Asimismo, la agencia advierte de que el «apalancamiento externo» de España continúa siendo uno de los más altos entre todos los países calificados por Fitch, a pesar de los superávits corrientes en los tres últimos ejercicios.
Otra de las debilidades de la economía española identificadas por Fitch es el elevado nivel de paro del país, que prácticamente triplica la mediana del 7% de los países con rating ‘BBB’, a pesar de bajar en seis puntos porcentuales desde 2013.
Por contra, la agencia considera uno de los puntos fuertes de España la diversificación y el relativo alto valor añadido de la economía española, cuyo PIB per cápita es casi tres veces mayor que el de la mediana de países ‘BBB’.
Además, Fitch destaca que el país cuenta con fuertes instituciones en comparación con otros emisores de la misma calificación, «lo que fue evidente en la implementación de reformas estructurales que elevaron la competitividad».
Según Fitch, el considerable ajuste económico acometido por España supone otra fortaleza de la economía, ya que ha permitido una evolución de las exportaciones y de la balanza por cuenta corriente mejor que la de los países ‘BBB’.
Asimismo, la agencia destaca los costes «extremadamente bajos» de financiación de España, cuyo interés medio de emisión se sitúa por debajo del 1%, además de contar con un porcentaje prácticamente irrelevante de deuda en moneda extranjera.
BAJA EL RIESGO POLÍTICO
Por otro lado, como ya indicara la semana pasada, Fitch aprecia una cierta relajación de los riesgos políticos tras las elecciones del pasado 26 de junio, a pesar de que persiste la incertidumbre sobre la formación del nuevo Gobierno.
En este sentido, la agencia destaca que el resultado de los comicios reduce el riesgo de que el nuevo Gobierno se apoye en los elementos más radicales que pudieran dar marcha atrás a las reformas.
Asimismo, Fitch considera que el PP se encuentra actualmente en una mejor posición que tras las elecciones del pasado mes de diciembre para formar Gobierno, aunque reconoce que «persiste cierto riesgo de que el siguiente Ejecutivo sea incapaz de mantener respaldo suficiente para gobernar de manera efectiva, lo que podría desembocar en elecciones anticipadas».