La vida es más fácil cuando tenemos una mejor actitud o cuando uno se empeña en ser más positivo. De hecho, todos lo hemos podido comprobar en algún momento. ¿Quién no ha tenido uno de esos días donde todo lo ve negro y al día siguiente (o incluso en horas) se siente capaz de verlo todo con más luz y optimismo?
En ocasiones nuestros estados de ánimo cambian de forma radical y de un día a otro, y eso nos permite ver el presente, nuestra vida y nuestro futuro con filtros muy distintos. Esos cambiantes estados de ánimo condicionan todo en nuestra vida: nuestra actitud, nuestro comportamiento, nuestras decisiones, nuestros niveles de optimismo y creatividad… En definitiva, condicionan gran parte de nuestros resultados y de nuestro destino.
Por ese motivo, es clave saber manejar mejor esos estados mentales y emocionales para poder ser más positivo. Así que aquí van siete claves para conseguirlo:
1. Se más agradecido. Cada vez vemos más información incidiendo sobre la importancia de la gratitud. ¿Por qué? Pues porque la gratitud nos hace ser más conscientes de lo que sí tenemos y nos ayuda a valorar y apreciar más las cosas. Demasiadas veces no lo hacemos porque las damos por hecho.
Las personas que no han pasado por dificultades, o aquellos a los que se les ha dado todo, se creen con derecho a todo. Cuando no somos agradecidos nada será nunca suficiente y siempre viviremos con la sensación de escasez.
En el lado opuesto están las personas más agradecidas, con una actitud de aprecio, de valoración y de gratitud. Toda ellas obtienen numerosos beneficios porque está demostrado que son personas más felices, más optimistas y con mejor salud. ¿El motivo? Precisamente porque son capaces de valorar más las pequeñas cosas.
Serás agraciado por ser agradecido…
2- Compórtate con confianza. Aunque no la tengas, actúa, habla y compórtate como si tuvieses una gran confianza, como si no pudieses fallar. Si te fuerzas a ti mismo a actuar de esa manera (de forma automática), tu propia actitud mejorará y tu estado de ánimo también. De esa manera, y a pesar de las circunstancias, siempre podrás controlar mejor tu actitud y te ayudará a ser más positivo.
3- Deja de compararte con los demás. Podríamos decir que nuestro cerebro tiene un curioso sistema de medición para amargarnos la existencia y ese sistema es la comparación. Deja de compararte porque es una manera genial de salir perdiendo: siempre habrá alguien más… la lista es interminable.
La comparación tan solo es un generador de estrés y ansiedad. La única comparación, o más bien el único sistema de medir o valorar es el que tienes que hacer contigo mismo. No para criticarte, ni juzgarte, sino para comprobar que sigues aprendiendo, creciendo, mejorando como persona y siendo mejor de lo que eras.
Recuerda que no estás aquí para ser perfecto, ni para impresionar o demostrar nada a nadie. Así que si quieres ser más positivo, cambia la comparación por la aceptación y la gratitud.
4- Vuelve al presente. Uno de los deportes favoritos de nuestra mente es divagar, viajar en el tiempo imaginándose en ocasiones un negativo futuro. Así que vuelve, no te vayas, no te pierdas en otro momento o lugar y vuelve al presente, a la realidad, al aquí y ahora que es en donde sí puedes hacer y cambiar las cosas. Lo único que tienes el presente y ten cuidado de que no se te escape la vida esperando a vivir.
5- Enfócate en lo que depende de ti. Si quieres ser más positivo, recuperar y tener más confianza, tienes que centrarte en las cosas que están bajo tu control, en lo que sí puedes hacer, en lo que depende de ti. La mejor manera es definir claramente tus objetivos y tus prioridades y hacer el gran esfuerzo de no despistarte, de no dejar que el entorno te desvíe de lo que depende de ti. Cumple pequeñas tareas que refuercen esa sensación de dirección, de que eres tú quien está al mando. Eso genera estados mentales más positivos.
6- Deporte. Sin energía no hay vida. Hacer deporte es vital porque no es solamente una cuestión de mantenerse bien físicamente, sino que tiene innumerables beneficios en nuestra salud, en nuestra mente, y en nuestra actitud.
Nuestro exigente estilo de vida actual requiere de altos niveles de energía y sin ella nos sentimos agotados. Por supuesto, eso afecta directamente también en nuestra actitud y nivel de optimismo.
7- Alimenta y educa tu mente.
Una mente más optimista y más positiva requiere de unos hábitos más saludables en cuanto a la información que digerimos, ya que la calidad de nuestras emociones dependen de la calidad de nuestros pensamientos.
¿De qué depende la calidad de nuestros pensamientos? Entre otros muchos factores, está aquello a lo que dirigimos nuestra atención, nuestro lenguaje interior y, ante todo, la calidad de la información que recibimos.
Es por ese motivo que educarse a sí mismo, leer buenos libros, escuchar buenas e inspiradoras conferencias, hacer cursos, seguir aprendiendo y alimentando nuestra mente es un factor fundamental. El desarrollo personal es una de las grandes necesidades del ser humano.
El mundo avanza, cambia y nosotros no podemos dejar de cambiar, aprender y crecer para mantenernos actualizados; para seguir aumentando nuestro potencial, para ser más capaces de adaptarnos al cambio. Toda esa evolución personal es la que nos ayuda también a ser más positivos y tener una mejor visión de futuro.