Los trabajadores autónomos dependientes tienen derecho a unos días de vacaciones sin perjuicio del contrato mercantil, pero sin remuneración.
Las festividades habituales como la Semana Santa y la Navidad, además del verano, son épocas en las que la gran mayoría de los trabajadores cogen unos días de descanso. Pero los trabajadores autónomos son un sector que en este aspecto no lo tienen tan claro ya que solo uno de cada dos podrá cogerse unos días de asueto este verano.
Además, lo que desconocen muchos autónomos es que la ley estipula que tienen derecho a tener unos días de vacaciones asegurados durante el trascurso del año. En concreto, los trabajadores autónomos dependientes (TRADE) tienen derecho a 18 días hábiles de vacaciones al cabo del año, según el Estatuto del Trabajador Autónomo pero, al contrario que en el caso del trabajador por cuenta ajena, estas vacaciones no serán retribuidas, por lo tanto la empresa no tendrá la obligación de pagar al autónomo los días que se coja de vacaciones. El contrapunto es que la empresa no puede negarse a que el trabajador disfrute de unos días libres ya que la ley le otorga ese derecho. Además, será el trabajador quien decida qué días va a disfrutar de las vacaciones y la empresa tampoco podrá obligarle a disfrutar de unos días libres. En caso de que la empresa niegue este derecho al trabajador autónomo o, por el contrario, le obligue a coger unos días de vacaciones, el trabajador autónomo podrá recurrir a la jurisdicción social, al contrario que la empresa, que no lo podrá hacer ya que el autónomo está amparado por la Ley 20/2007 del Estatuto del Trabajador Autónomo.
Obviamente, para que no se den este tipo de conflictos es necesaria una buena relación y entendimiento entre el autónomo y el empleador. Generalmente, el trabajador autónomo tiene que llegar a un acuerdo con la empresa que le contrata sobre los tiempos de entrega y suele amoldarse a esas fechas pactadas.
Pero este derecho a 18 días de vacaciones solo está recogido para los trabajadores autónomos dependientes ya que el resto de los autónomos emprendedores o freelances, que son la mayoría, lo tienen más complicado. Generalmente, estos trabajadores autónomos deben atender su negocio constantemente y no pueden cerrar o parar su actividad para disfrutar de unos días libres sin perder ingresos, ya que debe hacer frente mes a mes a las tributaciones de la Seguridad Social y pagar religiosamente la cuota de autónomos.
