El fintech es una de las tendencias actuales que está cobrando fuerza en los mercados financieros londinense o neoyorquino como un sistema de financiación alternativa, una nueva vía de acceso al crédito para pymes y autónomos.
No supone la desaparición de los servicios financieros tal y como los conocíamos hasta ahora, pero sí acuerdos o fusiones – que ya han tenido lugar durante la última parte de 2015- entre el mundo de la banca más tradicional y startups fintech.
De hecho, la tendencia para 2017 es que este tipo de acuerdos crezca en número y volumen, porque asistiremos a un matrimonio entre estos dos mundos que hará del fintech una realidad en nuestro país. Para el consumidor se traducirá en una mayor oferta de servicios más transparentes, ágiles y sencillos.
Porque si las empresas fintech consiguen llegar al gran público, convirtiéndose en una solución familiar, tanto para empresas como particulares, para establecerse como una fuente transparente, sencilla y abierta de financiación, además de fomentar la colaboración con la banca, sería de esperar una mejora en la Economía Nacional, cuyo reto es aumentar el tamaño medio de las empresas –el tejido empresarial español está compuesto por un 80% de microempresas y el 15% de pequeñas empresas-, consiguiendo mayor estabilidad.
Otro de los grandes retos que se aproximan es el de desarrollar un marco regulatorio para el sector fintech, porque contar con normas que establezcan las reglas del juego legitimaría al sector. De hecho, el desarrollo y diseño de este contexto legal específico para el sector y la involucración del Gobierno supone una medida fundamental a la hora de orientar a los empresarios en la búsqueda de la financiación correcta y más adecuada.
Para explotar el potencial que ofrece el fintech es imprescindible comenzar a desarrollar una regulación que ofrezca garantías y seguridad al mercado e impulsar el sector de financiación alternativa públicamente. Hasta ahora, la iniciativa británica ha marcado la tendencia con la regulación más completa de toda Europa. Su gran participación, enfoque abierto y visión de futuro del Gobierno del Reino Unido ha sido excepcional. Desde el inicio vieron el potencial de este sector y el interés estratégico del mismo, por lo que han participado de forma muy activa en su desarrollo, facilitando las bases e impulsando su difusión en el mercado. Un buen ejemplo a seguir en el resto de países.
El acceso al crédito, imprescindible para que la economía española para mantenga su recuperación
Las opciones que aportan las compañías fintech y las nuevas tecnologías se presentan como una solución idónea que podría desatascar el problema del acceso al crédito que está sufriendo España. Es muy probable que en un futuro próximo jueguen un papel importante en la diversificación del mercado crediticio, en colaboración con la banca.
En este sentido, Spotcap es la primera plataforma fintech dedicada íntegramente a la concesión de líneas de crédito a pymes y autónomos. Su irrupción en el mercado supone una alternativa a la banca tradicional y abre un abanico de posibilidades para que los pequeños empresarios puedan acceder a financiación, hasta ahora tan sólo en manos de la banca tradicional. Es, por tanto, un disruptor del mercado de la financiación a pymes y autónomos en España y un agente clave en la transformación digital de la financiación, otorgando la liquidez que tanto necesitan los empresarios para hacer viables sus negocios.
Aunque su recorrido es aún corto -nació en septiembre de 2014 con el apoyo de la incubadora alemana Rocket Internet- y su sede central está en Berlín, España es el primer mercado en el que opera puesto que este es un país formado principalmente por pequeños empresarios. Spotcap ofrece líneas de crédito a corto plazo para PYMEs y autónomos que no precisan de ningún tipo de aval ni garantías personales ni empresariales. Las líneas de crédito van desde los 500 hasta los 100.000 euros, es 100% online, con una respuesta garantizada en 24 horas y totalmente gratuita: sólo se paga por el dinero que se utiliza (la disponibilidad del capital es totalmente gratuita). Tienen un periodo de compromiso de tres meses durante los cuales se pueden extraer tantos préstamos como se desee de manera flexible con una garantía de ingreso en cuenta en 24-72 horas (dependiendo de la entidad bancaria intermediaria).