Emprender no es sencillo, la verdad; y quien haya pasado por esa etapa lo sabrá. De hecho, más allá del clásico plan de negocio hay mil y un parámetros que solo a base de la experiencia que da el caerse y levantarse nuevamente se pueden predecir.
Como diría más de uno “con golpes se aprende”. ¿Un poco extremo quizá? Nadie dijo que sería un camino de rosas; pero eso sí, en esta ocasión vamos a ver cómo facilitar las cosas. Vamos echar un vistazo a 5 tips que deberíais tener muy en cuenta si queréis comenzar con una andadura empresarial (a pequeña o a gran escala).
Consejos para emprendedores
Sea a la hora de organizar las ideas, de planificar la estructura económica, de plantearse una acción de marketing online o de estimar ventas podemos pecar de optimismo. Y que conste que una cosa es ver con confianza un proyecto y otra muy diferente armarse de falsas ilusiones de cara a ser emprendedor. ¿Os acordáis de la cuenta de la lechera? Pues por ahí van los tiros. Veamos cuáles son los consejos que traemos en esta ocasión:
Toda idea tiene sus puntos negros
Puede que os parezca que vuestra idea es mejor que la invención de la rueda, pero a decir verdad es probable que no lo sea tanto; o al menos si nos ceñimos al índice de fracasos empresariales que hay en este país entre aquellos que se adentran por primera vez en la jungla corporativa.
Tenéis que poner bajo prueba vuestra idea antes de hacer nada, pues será la mejor manera para comprobar si de verdad es tan original e imbatible como pensáis. Podría ser que tuvierais más competencia de la que os imaginabais, que vuestra idea no solucionara realmente una necesidad de los consumidores o que directamente fuera de una temeridad económica sin parangón. Hay muchas cosas que en un inicio pueden escaparse del control de uno, y por ello debéis exponer vuestra propuesta ante vuestro círculo de amigos y conocidos para que os “machaquen”. Pedid que os digan lo que ven mal sin contemplación alguna.
Tras este paso es probable que hayáis visto que aún os queda mucho por depurar antes de exponeros al mercado. Y sí, puede que esta etapa sea plato de mal gusto para muchos, pero mejor eso que darse cuenta de las fallas una vez gastado el capital, ¿verdad?
Proceso
A la hora de diseñar un plan de negocio tendréis que tener muy claro cómo será el proceso que seguiréis para obtener el producto o los recursos a ofrecer a vuestros clientes. Es decir, las cadenas de producción, distribución y posventa deben estar muy bien definidas.
¿Tenéis capacidad para obtener precios competitivos de los proveedores?¿Estos son serios y estables?¿Debéis subcontratar procesos clave para vuestro negocio? Tened mucho ojo con las respuestas, ya que podrían ser muy esclarecedoras. Un consejo: garantizad el control sobre todo el proceso. Si no es así y falla una de las piezas vuestro negocio podría empezar a chirriar por cada esquina.
Proyección de ventas
Por lo general los emprendedores suelen pecar de ingenuos en este punto, ya que a no ser que se disponga de una cartera de contactos y de una experiencia considerables es realmente complicado comenzar facturando a niveles “de crucero”. Por lo general en el arranque de un negocio la tendencia suele estar escalonada: pocas ventas al inicio, estabilidad a medio plazo y desarrollo comercial a largo plazo.
Por esta razón es importante que tengáis un fondo de contingencia capaz de soportar los gastos recurrentes de la empresa durante el primer año para evitar el fracaso de la empresa. Algo que iría de perlas en combinación con una política de gastos conservadora y una proyección de ventas realista. Si cumplís estos parámetros tendréis muchas más opciones de levantar el negocio.
Originalidad sí, pero sin pasarse
A la hora de emprender no vale solo con destacar respecto a otros negocios, sino que además hay que saber cómo hacerlo. Por ejemplo, ¿queréis montar un restaurante y no queréis ser como los demás? Tendréis que ver por donde saliros de manera sutil. Por ejemplo ahí tenéis la opción de meter platos en la carta para diabéticos, intolerantes a esto o lo otro, etc. Obviamente la decoración también hace mucho, pues en negocios de este tipo la primera sensación cuenta, y además mucho.
Eso sí, una cosa es mejorar en puntos concretos y otra es lanzarse a ideas alocadas como montar un restaurante con platos alienígenas en un pueblo en medio de Ciudad Real. Vamos, que está bien innovar, pero sin pasarse.
A veces los proyectos rompedores tienen éxito, no cabe duda; pero no suele ser lo normal. Hay que tener todo muy atado para conseguir destacar para bien con un proyecto de este tipo, pues muchas veces los consumidores no acaban de comprenderlo. De ahí que las ideas más simples suelan ser las que mejor encajen y envejezcan.
Ojo con la publicidad
Está claro que la publicidad es un punto esencial en todo emprendimiento, sea local, regional, nacional o incluso internacional. A fin de cuentas los clientes potenciales deben enterarse de que la empresa existe y de qué es lo que ofrece. Algo básico, ¿verdad? Bueno, pues mucho cuidado con el tipo de publicidad que se escoge para darse a conocer, pues podría resulta que el efecto fuera nulo o incluso contraproducente.
Claro está que esto dependerá del tipo de negocio que se tenga en mente, pues no será lo mismo una carnicería que una tienda online de ebooks. No obstante sí que hay un patrón común: el cribado.
Los medios generalistas como la radio, la prensa o la TV estaban bien hace unos años, cuando no había más forma de llegar a los consumidores; pero ahora, gracias a Internet y a las plataformas tipo Adwords o Facebook Ads tenéis la posibilidad de anunciaros solo ante aquellas personas que sí han mostrado interés por vuestro producto y/o servicio en una zona geográfico concreta. Incluso se puede seleccionar la franja de edad a la que mostrar los anuncios, sus gustos, ingresos, etc. Y lo bueno del asunto es que esto es adecuado para negocios de todo tipo, sean minoristas o mayoristas, de enfoque local o nacional, y vendan ositos de peluche o maquinaria de jardín.
Internet se ha convertido en el primer canal promocional mundial, y los ejemplos anteriores no son más que una muestra del porqué. Ahora bien, también sería recomendable recurrir a la mítica técnica de generar una noticia. ¿Qué mejor que hablen los medios de comunicación de la empresa de uno sin tener que pagar a cambio? Pues es una posibilidad muy muy efectiva; y para ello no hay que hacer más que salirse por la tangente.
Aquí encajan casos de todo tipo: un carnicero que ofrece carnes exóticas (canguro, ñú, etc) en medio de Madrid, un hostelero que ha decidido montar un Bar ambientado en Felipe Gonzalez (idea loca..) o mismamente una tienda de alpargatas de un pueblito de Mallorca que ha comenzado a vender con éxito a Japón y Australia vía Internet (este tipo de historias de transformación digital encantan a los medios de comunicación).