Cuando un autónomo se da de alta en la Seguridad Social tiene que indicar en el modelo cuál es la base por la que va a cotizar.
La inmensa mayoría eligen la base mínima, que en 2017 está en 825,60 euros mensuales. La elección de la base de cotización tiene gran importancia, puesto que en función de su cuantía se calcula el importe de las prestaciones de incapacidad y de la pensión de jubilación.
CLAVES AUTÓNOMOS
El trabajador asalariado cotiza en proporción a su salario, pero el autónomo no tiene salario y es él mismo quien elige su base, entre la mínima y la máxima. Los autónomos que cotizan por la base mínima pagan 275 euros mensuales. ¿Esto que significa? Pues que es posible obtener unos rendimientos elevados en el ejercicio de la actividad por cuenta propia y, sin embargo, pagar siempre la misma cuota a la Seguridad Social (actualizada anualmente).
Esto puede parecer una ventaja para el autónomo, ya que pagar poco suele verse como algo positivo. Pero no lo es. Si el autónomo causa baja por enfermedad común, cobrará el 60% los 20 primeros días de la baja y luego el 75%. Teniendo en cuenta que debe seguir pagando la cuota de autónomo durante ese tiempo, podemos ver que su prestación por IT será muy reducida, si cotiza por la base mínima.
Lo mismo ocurre con el cálculo de la pensión de jubilación. Se estima que los pensionistas autónomos cobran de media mensual 638,59 euros, cifra un 37% inferior a la media del Régimen General (1018,85 al mes) y un 32% por debajo de la media del sistema de la Seguridad Social (936,44 euros).
Muchos autónomos deciden incrementar su base de cotización a partir de una edad para conseguir una pensión más alta. El cálculo de las pensiones de jubilación se realiza en base a las cotizaciones de los 25 años precedentes, pero hay que tener en cuenta que la libertad de elección de base se restringe a partir de los 47 años y sólo es posible incrementarla de forma gradual conforme a los límites establecidos cada año.
Es preferible elegir una base de cotización que se encuentre en correspondencia a los ingresos obtenidos en la actividad, tal como ocurre en la contratación por cuenta ajena. Sino, podemos encontrarnos con que la jubilación llevará aparejado un descenso importante en nuestro en nuestro nivel de vida, cuando ya no tenemos capacidad para producir recursos por nosotros mismos.