El vicepresidente de CEOE y presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, ha pedido este miércoles un «PSOE fuerte» y que los partidos dialoguen para evitar que acaben arrastrando a los empresarios «al día de la marmota» ante el actual contexto de parálisis política, que ya afecta al consumo, al crédito y las inversiones.
Así lo ha señalado durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Club Diálogos para la Democracia e Ibercaja, en el que ha señalado que mientras la economía y los empresarios van «para adelante, la clase política sigue dando vueltas en la rotonda, y alguno tiene su propia rotonda».
Garamendi ha señalado que aunque la situación actual no es de quiebra, las empresas han dejado de invertir por la falta de confianza, lo que ha supuesto ya una caída del 45% del crédito al no solicitarse, al tiempo que en el consumo «está pasando lo mismo». «Hay empresas que están esperando a ver qué pasa para ver qué pasa con sus inversiones y hay empresas españolas que están paradas», ha agregado.
De hecho, ha indicado que al reducirse las previsiones de crecimiento para 2017 al 2,2% o el 2,3%, no se cumplirá el objetivo de 500.000 empleos, sino que se generarán solo «300.000 o 250.000» como consecuencia de la parálisis política, si bien este año sí se cumplirá la meta de medio millón de nuevos puestos de trabajo.
Así, ha apelado al diálogo entre los partidos ante la actual situación de bloque político que deja «perpleja» a la sociedad española, y ha apostado por la moderación frente a la llegada de gobiernos radicales, que supondría que las inversiones «se irían fuera o no vendrían» y el Ibex-35 registraría «fuertes caídas».
Preguntado sobre si una hipotética marcha de Pedro Sánchez de la Secretaría General del PSOE permitiría a la clase política «salir de la rotonda», Garamendi ha dicho que él quiere «un PSOE fuerte» porque eso es «fundamental» para el país, por lo que ha trasladado al partido el apoyo de los empresarios.
No obstante, ha matizado que el empresariado no está en la política partidaria, aunque ha destacado la contribución al bienestar de España que ha supuesto el modelo bipartidista, «que tan bien ha funcionado frente al radicalismo y los experimentos con gaseosa».
«NO INVERTIRÉ NADA HASTA SABER CUÁL ES EL CAMPO DE JUEGO»
El presidente de Cepyme ha subrayado la importancia de que las empresas pequeñas pasen a ser medianas y éstas a su vez grandes, ya que «si hubiera un Ibex 80 o 90 le iría a todo el mundo muchísimo mejor». Como principales problemas de la economía en la actualidad, Garamendi ha apuntado a la financiación por la morosidad, tanto pública como privada, y que las empresas de menor tamaño estén «excesivamente apalancadas» por la falta de confianza.
«Yo no voy a invertir nada mientras no sepa cuál es el campo de juego, si el campo está mojado, está seco o está con nieve y en función de eso decidiré qué botas poner y el equipo que llevo», ha afirmado Garamendi, quien ha insistido en la importancia de la estabilidad. En cualquier caso, Garamendi ha valorado que se esté profundizando en fórmulas diferentes a la financiación tradicional para permitir a las pymes el necesario salto al exterior.
Por otra parte, ha criticado con dureza el Impuesto de Patrimonio y de Sucesiones porque «lo único que está provocando es que no merece la pena montar una empresa», de forma que ha instado a las comunidades a seguir a la Comunidad de Madrid en materia fiscal frente al «abuso» del resto del país.
CATALUÑA
En cuanto al desafío independentista, Garamendi ha señalado que supone «unas guerras del siglo XIX cuando vivimos en el siglo XXI», y ha defendido que la ciudadanía quiere una sociedad «cohesionada, libertad y un Estado de Bienestar».
En esta línea, ha advertido de que las «guerras particulares» y «tensionar la sociedad» es «realmente un peligro», por lo que ha pedido que la clase política se siente para ver «cómo se encaja Cataluña dentro de un tema clarísimo que es la unidad e España». «Son derivas que no van a ningún lado y me da pena», ha agregado.
